05 2020
Sub-urbia. La emergencia de subvertir el presente
El encierro que hoy se alivia en Málaga es solo el más visible y palpable, pero no es el único que sufrimos. Son muchos, de muy distinto tipo y ninguno de ellos destaca por su fácil legibilidad. Los sentimos, los sufrimos, pero no tan a menudo los identificamos. Para ello necesitamos herramientas. ¿A qué encierros nos referimos si ya podemos movernos, ir a los bares y museos, votar y protestar (esto solo un poco), encontrarnos?
La respuesta no es sencilla porque el entramado de mecanismos que nos encierra es ya nuestro propio sentido común, nuestro presente. Un trabajo, una casa, una familia, un coche. Lo bonito que ha quedado el centro, lo moderno que nos ha quedado el piso. Un centro comercial, el muelle uno, una peli que no me haga pensar mucho, los museos, el turismo, las terrazas de bar. La Semana Santa. Los hoteles/airbnb/rascacielos, la novedad, la importancia relativa de las bicis, la comodidad de Uber/Glovo/Amazon. Las start-up, los emprendedores, la creatividad, la necesidad de venderse. La necesidad de representar (algo/ a alguien). La propiedad, el género, el rechazo indiferente ante lo marginal/excluido/pobre/diferente, la caridad. El paternalismo, el asistencialismo, la ganancia, la individualidad. Los encierros de la forma de vida neoliberal (y la ciudad neoliberal) son muchos. No desaparecen ni en la Fase 1, ni en la nueva normalidad.
Vivir en común es más que eso.
Se puede sentir al juntarse, en el «real assembly» que decía Marx y en los cientos de mecanismos sociales de cooperación, solidaridad, apoyo, cuidado y afecto que se producen cada día, aunque no sean tan visibles. Pero solo juntarse no es suficiente, se necesitan herramientas. Si las presentes no valen, hay que inventar nuevas. Herramientas que sean críticas porque emerjan de esta situación crítica. Que funcionen tanto para deshacer y rodear los encierros neoliberales, como para multiplicar los mecanismos sociales subcomunes. Que faciliten distintas formas de vivir juntas basadas en el cuidado mutuo.
Sub-urbia emerge hoy como un intento de poner en circulación algunas herramientas críticas para subvertir este presente.