03 2018
Cortes Digitales
Cortar carne-tecnología-información-amalgamas
Traducción: Kike España
En 2015, el artista británico James Bridle lanzó el plugin para navegadores «Citizen Ex», que documenta cómo nuestros data doubles [dobles de datos] o sombras de datos pasan por diferentes jurisdicciones al navegar por la red[1]. El objetivo del proyecto era dirigir la atención hacia una nueva forma de «ciudadanía» temporal o incluso efímera —ciudadanía algorítmica— que emerge con la lógica de la conectividad transnacional. La ciudadanía algorítmica no concede los derechos de una ciudadanía común, sin embargo, puede tener graves consecuencias para las personas que usan Internet, por ejemplo en términos de libertad de expresión, privacidad de los datos o protección juvenil.
Los activistas del campamento de acción noborder en Estrasburgo también dedicaron su atención a las asignaciones algorítmicas en 2001[2]. La relación entre datos y cuerpos fue la base de una intervención siguiendo la observación de que los datos de los migrantes pueden cruzar fácilmente las fronteras de la UE y circular dentro del espacio Schengen, mientras que las personas permanecen atrapadas en campamentos o más allá de las fronteras EUropeas. Siguiendo las localizaciones de la división entre sujetos encarnados y sus datos asignados, los activistas de guerrilla comunicativa del campamento se dirigieron al centro de datos del Sistema de Información de Schengen (SIS II) y extrajeron un cable de red adecuado para supuestamente adquirir datos del SIS II con un portátil y reorganizarla con la ayuda de un plugin. Los activistas, a través de un cable, se dieron la tarea de encontrar el acceso a los data doubles, normalmente fuera de su alcance.
En 2011, el activista vienés Max Schrems utilizó la legislación europea de protección de datos para obligar a Facebook a entregar los datos que la red social había acumulado sobre él[3]. Recibió un CD con más de 1000 páginas de información recopilada por Facebook. El CD no solo contenía publicaciones hechas por él mismo, como selfies, chats o datos sobre sus amigos de Facebook, sino también una especie de perfil sombra, datos borrados hace mucho tiempo y una gran cantidad de metadatos, como ubicaciones, direcciones IP y ordenadores que había usado, etc. [4] Desde entonces, Facebook ofrece a sus habitantes una función de descarga estándar para acceder a una copia (de algunos) de los datos almacenados sobre ellos.
Los tres ejemplos abordan la compleja relación entre las personas y sus denominados data doubles, es decir, el conglomerado de rastro de datos —proporcionado tanto voluntariamente como involuntariamente—. Rastros de datos de los que los habitantes de las tecnecologías digitales han perdido el control durante mucho tiempo y que, en parte, viven una oscura vida propia.
Hoy, los escáneres de huellas dactilares en los puntos calientes de los regímenes fronterizos y redes sociales como Facebook se han convertido en interfaces entre sujetos encarnados y data doubles. Los data doubles influyen en los derechos de los permisos de entrada y residencia, las calificaciones crediticias o la selección de publicaciones, noticias y publicidad que encontramos en las plataformas de redes sociales. Alimentan el software de vigilancia predictiva y las listas de asesinatos de la guerra de drones. Los data doubles y los sujetos encarnados son examinados con frecuencia como híbridos o ciborgianos. Se presta relativamente poca atención al hecho de que, en muchos casos, se tratan como separables —lo que es especialmente visible en los regímenes fronterizos— y de hecho han demostrado ser divisibles. Las cuestiones de divisibilidad y de participación in/voluntaria han sido negociadas con las nociones de lo dividual y dividuación[5]. Aquí, estamos necesariamente divididos, siempre involucrados y constituidos en diferentes procesos de compartir o participar: ya sean imaginarios, afectivos, físicos u otros. Sin perder de vista este ensamblaje, queremos centrarnos en los cortes que dan forma y consolidan la relación entre el sujeto encarnado y el data double. Por lo tanto, no solo tomaremos conciencia sobre las categorías de hibridación y amalgamación por medio de la división, sino principalmente por la agencia de dividir como tal, para los cortes o divisiones y sus implicaciones en contextos específicos. Finalmente, tocaremos algunas intervenciones que irritan, contradicen o revelan esta forma de fragmentación, que contiene un poder unificador como diferentes regímenes están apegados a diferentes cortes.
Carne-Tecnología-Información-Amalgamas
En los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad feministas, las intersecciones de cuerpos y tecnología han sido negociadas como ciborgianas, como ensamblajes, y como resultado de prácticas específicas de creación de fronteras durante bastante tiempo[6]. Estos conceptos han sido retomados en teorías sobre el «ensamblaje vigilante». El ensamblaje vigilante abstrae los cuerpos humanos de su configuración territorial, los convierte en flujos de datos y los (re)ensambla como «data doubles»[7]. Convierte los cuerpos en ciborgs de Haraway, «carne-tecnología-información-amalgama[s]» [8]. Los data doubles funcionan como una especie de uno mismo adicional, que influye en el acceso a los recursos y que puede ser objetivo de las prácticas de marketing y las técnicas gubernamentales de poder[9]. Aunque los data doubles pueden pretender referirse a individuos específicos, exceden la lógica de la representación y, en última instancia, deben entenderse como un mecanismo de clasificación social[10].
Al abstraer los cuerpos a flujos de datos, emerge una nueva posibilidad de gobernar, que la profesora jurídica francesa Antoinette Rouvroy ha denominado gubernamentalidad algorítmica[11]. Este tipo de gubernamentalidad ya no se dirige a individuos específicos, sino que aborda potenciales y posibles comportamientos, datos infra-individuales y perfiles supra-individuales, es decir, data doubles, mediante gestión de riesgos, minado de datos o aplicaciones de big data[12]. Evita las confrontaciones con sujetos humanos y apela a los perfiles y a los supuestos modos de comportamiento potenciales que pueden extraerse de ellos (como el delito potencial, exceder el visado, el consumo, etc.) [13]. Puede tener, sin embargo, efectos duraderos en sujetos individuales. La gubernamentalidad algorítmica es un intento de dominar anticipadamente el futuro reduciendo la dimensión virtual de lo que sucede de manera imprevisible en el ahora en fórmulas y perfiles calculables, que guían las acciones a tomar[14].
Si bien fue posible mover montones de papel de un escritorio a otro, o archivos de una autoridad a la siguiente en la era pre-digital y tratarlos como representación de ciertos sujetos, la dinámica interna de los data doubles, la cantidad incomprensible de datos, el vínculo entre información dada consciente o inconscientemente, voluntariamente e involuntariamente, son particularidades de las tecnologías digitales y casi imposible sin big data, o la fusión de las bases de datos. Los datos en bruto se convierten en señales desterritorializadas, que, en oposición a las lógicas estadísticas más antiguas, no crean conocimiento sobre el mundo y tienen necesidad de interpretación, sino más bien se toman directamente del mundo digital y mantienen la promesa de la absoluta objetividad[15]. Aquí, el conocimiento no es tanto generado, sino descubierto. Los mecanismos que hacen posible separar el sujeto encarnado de su data double o tratarlo como separable dentro de entornos digitales, necesitan ser examinados más de cerca.
Cortes Agenciales – Cortes Digitales
Dentro de las tecnecologías descritas, diversos actores humanos y no humanos separan sujetos encarnados y data doubles en diferentes prácticas y aparatos material-discursivos: por ejemplo, operadores de escáneres de huellas digitales y bases de datos de huellas dactilares, software que crea perfiles para anunciantes, algoritmos que enrutan los flujos de datos a través de ciertos servidores, o inteligencias artificiales que producen demarcaciones dentro de la carne-tecnología-información-amalgamas. La teórica feminista Karen Barad describe que los sujetos, objetos y agencias de observación están siempre enredados entre sí, intra-actúan[16].
Solo en estas intra-acciones se materializan las fronteras de los cuerpos y los sujetos. Estos límites siempre deben entenderse como temporales y locales. Para poder describir los fenómenos a pesar de este enredo, Barad introduce la noción de «agencial cut» [corte agencial], que se supone que permite la separación temporal y local entre observador, observado y agencias de observación[17]. Como este concepto de objetividad no incluye la exterioridad ontológica tradicional, la separabilidad agencial debe ser creada por cortes agenciales para permitir una perspectiva objetiva[18]. Por lo tanto, Barad está inicialmente preocupada por enredos que involucran formaciones de materialidad, agencia y cambios topológicos. Estos están intrínsecamente vinculados a cuestiones de prácticas de creación de fronteras humanas y no humanas. Las entidades emergen como resultado de cortes agenciales dentro de los fenómenos, produciendo en consecuencia nuevos fenómenos[19]. Su teoría no es, por lo tanto, sobre distinciones y diferencias absolutas como tal, sino de cortes significativos y materiales que no suspenden el enredo: «La causalidad es un asunto enredado: es una cuestión de cortar cosas juntas y separadas (dentro y como parte de los fenómenos)» [20]. Los cuerpos se materializan diferencialmente y como los cortes agenciales no solo producen conocimiento sobre los cuerpos sino que afectan o constituyen cuerpos, la objetividad significa asumir la responsabilidad de las materializaciones que producen los cortes.
Los cortes que ayudan a Barad a advertir conceptos feministas de objetividad parecen reflejarse en una forma digital en la creación de fronteras entre el sujeto encarnado y el data double. Aunque, en la mayoría de los casos, ciertamente no tienen el objetivo de implementar conceptos feministas de objetividad. Creemos, no obstante, que el concepto de Barad de cortes agenciales —precisamente porque introducen fronteras temporales y locales entre componentes intra-actuando, ontológicamente inseparables— hace posible describir estos fenómenos que han sido algo desatendidos por los teóricos. Entendemos, por lo tanto, los cortes digitales como separaciones temporal-locales o divisiones, por otra parte, de componentes híbridos o funcionando interdependientemente de carne-tecnología-información-amalgamas. Los cortes pueden ser adoptados tanto por actores humanos como no humanos y están vinculados a afirmaciones específicas de verdad, ya que procesan rastros de datos supuestamente objetivos y reales. Los datos en bruto, por un lado, generalmente se interpretan como una realidad digital inmanente y no como conocimiento producido por prácticas material-discursivas. Por otro lado, los cortes digitales son separaciones temporal-locales que crean fenómenos, que luego están sujetos a diferentes regímenes y sus respectivos reclamos de objetividad, mientras que el corte en sí no se considera como una forma de producción de verdad. Los cortes digitales pueden separar los data doubles de los sujetos encarnados o realizar cortes dentro de los data doubles. El concepto de corte digital es adecuado para describir los fenómenos en los que estas separaciones ocurren a sabiendas y voluntariamente, así como los fenómenos donde las divisiones pasan por la fuerza, como el registro de información biométrica en las bases de datos de control migratorio. Los cortes digitales pueden ser realizados por humanos y actores no humanos, como inteligencias artificiales. Con la ayuda de estos cortes, carne-tecnología-información-amalgamas pueden subordinarse a diferentes regímenes legales, tecnológicos o biopolíticos y procesarse de acuerdo con sus respectivas lógicas. Además de las acentuaciones comunes de la hibridación y la amalgamación, es necesario investigar dónde y con qué consecuencias, estos vínculos se rompen una vez más: en algunos casos, como con datos biométricos —que pueden viajar transversalmente por EUropa— de migrantes atrapados en puntos de acceso, una referencia a un individuo específico permanece con un corte, mientras que en otros casos, como cuando se negocian las potencialidades, una desvinculación con los sujetos específicos es programática. Un ejemplo de tales desvinculaciones son las medidas antiterroristas, como las alertas de riesgos, donde los apellidos específicos, la afiliación religiosa, las habilidades lingüísticas o las rutas de viaje, etc., pueden convertirse en potenciales riesgos. Aquí, el énfasis no se le da a individuos concretos en nombre de la seguridad, sino a elementos fragmentados de un supuesto riesgo. El sujeto dividuado, potencialmente peligroso se ensambla a partir de una amalgama de elementos parciales de otros sujetos y objetos[21]. En algunas situaciones, las interfaces entre el sujeto encarnado y el data double demuestran simultáneamente ser la agencia que performa el corte, en otros (por ejemplo en el caso de la vigilancia de inteligencia o en el análisis de redes sociales de las guerras de drones) las interfaces como las redes sociales tienen poco que hacer con los cortes. En ocasiones, los cortes agenciales están enraizados en la lógica interna de tecnologías específicas. Las ciudadanías algorítmicas examinadas por Bridle, por ejemplo, son generadas por las lógicas internas del enrutamiento. Los efectos de los cortes van desde amenazar existencialmente la constitución de la propia vida hasta recomendaciones triviales sobre películas y productos en Netflix o Amazon.
Devenir Máquina y Ciudades Santuarios Digitales
Las intervenciones presentadas inicialmente abordan diferentes niveles de carne-tecnología-información-amalgamas por medio de ley, desobediencia civil, arte y tecnología: el plugin de Bridle documenta la lógica medial del enrutamiento que una y otra vez divide digitalmente la ciudadanía en nuevas sub-ciudadanías que subordinan el data double a jurisdicciones siempre cambiantes. El proyecto intenta crear transparencia para ciertos cortes y atraer la atención para estos procesos. La acción legal de Schrems contra Facebook interviene por medios legales en la praxis no transparente de recopilación de datos y ha permitido, al menos, el acceso parcial a aspectos anteriormente inaccesibles de los data doubles en Facebook. Los activistas del campamento noborder intentaron intervenir a nivel simbólico con un acto de desobediencia civil y guerrilla comunicativa y lograron llamar la atención sobre los cortes digitales del régimen migratorio y fronterizo de la UE.
Otros acercamientos intentan más directamente intervenir en la carne-tecnología-información-amalgamas para hacer obsoletos los cortes digitales. A partir de la lógica de datos, juegan con devenir máquina: varios plugins de navegador o bots como TrackMeNot, AdNauseam, MakeInternetNoise generan solicitudes automatizadas o clics para los usuarios y, por lo tanto, rellenan los data doubles con datos aleatorios, lo que complica al menos algunas formas de seguimiento y creación de perfiles. El desorden y la multiplicación que aquí se logran mediante generadores de números aleatorios se apropia de la dividuación, no de suspender las divisiones temporal-locales, sino para subvertir sus afirmaciones de verdad (en el sentido de clasificación social): los cortes pierden sentido.
Un concepto, que al menos aborda la rendición de cuentas y la responsabilidad de los cortes digitales dentro de los regímenes fronterizos, son las Ciudades Santuarios Digitales. Algunas ciudades de EEUU, que han limitado su cooperación con oficinas estatales de inmigración y ofrecen servicios municipales para personas sin papeles para proteger a los migrantes ilegalizados, también se han comprometido a la protección de los data doubles y se han pronunciado sobre enfoques para lidiar de manera responsable con el fenómeno de los cortes digitales[22]. El libro blanco de Sunlight Foundation propone algunos principios básicos de los santuarios digitales, entre otros, la responsabilidad de recopilar información, limitar o evitar la recopilación de datos, eliminar periódicamente datos confidenciales, cuando sea posible, anonimizar, oportunidades de «aviso y consentimiento» y limitar el intercambio de datos y la fusión de bases de datos[23]. Las Ciudades Santuarios Digitales destacan el papel de la política local y las autoridades municipales dentro de las regulaciones estatales de migración. Intentan extender las prácticas de cuidado no solo a los data doubles, sino que también tratan de lidiar de forma responsable con los cortes digitales a nivel local. Esto va precedido por la idea de que los datos municipales sobre las personas, incluso si no se recopilaron inicialmente con el fin de vigilar a los migrantes, pueden utilizarse fácilmente para las medidas de vigilancia y control. El acceso a escuelas, trabajo, vivienda o sanidad siempre va acompañado de formas de recopilación de datos que pueden ser peligrosas para algunos, o pueden influir en su estado de deportación. Un aspecto, al que se debe prestar una atención especial, es que la protección de datos por sí sola no es suficiente y que la recopilación de datos sobre los residentes de la ciudad tiene que ser limitada en general. Además, es necesario informar a las autoridades locales, bibliotecas, consultorios médicos o administradores de propiedad acerca de qué son realmente los «datos confidenciales» de las personas y en qué circunstancias, con qué transparencia y con qué posibles consecuencias se deben recopilar y almacenar los datos. Por lo tanto, no se trata solo de limitar la captura de datos, sino también de una gestión adecuada, que implica la eliminación regular de datos, pero también introduce restricciones en la divulgación de datos y la fusión de bases de datos.
Las Ciudades Santuarios Digitales abordan la recopilación, el almacenamiento y la dispersión de datos con una perspectiva analítica sensible a cuestiones de poder, regímenes fronterizos, injusticias legales y sociales o precariedad, que están estrechamente vinculadas a los cortes digitales. Estas intervenciones pueden entenderse como medidas que permiten comprender estos cortes como prácticas específicas de creación de fronteras y como constitutivas de la realidad cotidiana. No solo sacar los cortes de las cajas negras, sino también llevarlos a espacios de negociación. Y habría mucho que negociar: ¿No deberían los derechos de los data doubles, así como su posibilidad de circulación transnacional, estar más estrechamente vinculados a los derechos de los sujetos encarnados, ya que es exactamente el enredo entre el sujeto encarnado y el data double lo que refuerza el movimiento del uno y el estasis del otro? ¿No debería el derecho a la integridad corporal ser válido también para nuestros datos biométricos? Con la noción de cortes digitales queremos aportar una aproximación teórica a un tema ya prevalente en la práctica artística y política. Esto permitirá, al menos parcialmente, abrir algunas cajas negras y llevar su contenido a una negociación democrática. Tomarse los cortes digitales en serio significa crear alianzas y asociaciones ciborgianas en las que los principios de ordenamiento normativo como la ley son tan importantes como los bots que causan desorden o las herramientas de anonimización para las autoridades locales en las Ciudades Santuario. Y a veces podría significar empezar a excavar en busca de cables para comenzar una conversación con tu propio data double.
[1] Bridle, James: «Algorithmic Citizenship» (2015), http://citizen-ex.com/citizenship [15.01.2018].
[2] Ver, Hamm, Marion: «A r/c tivismo en espacios físicos y virtuales» (2003), http://transversal.at/transversal/1203/hamm/es [15.01.2018]; Schmidt, Jürgen: «another war is possible // volXtheater» (2003), http://transversal.at/transversal/1203/schmidt/de [15.01.2018].
[3] Coscarelli, Joe: «One Man's War against Facebook on the European Front», New York Mag (octubre 2011), http://nymag.com/daily/intelligencer/2011/10/one_mans_war_against_facebook.html [15.01.2018].
[4] «Europe vs. Facebook», http://europe-v-facebook.org/ES/es.html [15.01.2018].
[5] Ver, Deleuze, Gilles: «Post-scriptum sobre las sociedades de control», en: Polis, 13 (2006), http://polis.revues.org/5509; Raunig, Gerald: Dividuum. Los Angeles 2016 [2014]; Ott, Michaela: Dividuationen. Theorien der Teilhabe. Berlin 2014.
[6] Suchman, Lucy, «Feminist STS and the Sciences of the Artificial», in: Edward J. Hackett, Olga Amsterdamska, Michael Lynch und Judy Wajcman (eds.), The Handbook of Science and Technology Studies, Cambridge, MASS. / London 2008, p. 139-163, p. 150.; Haraway, Donna, Manifiesto para cyborgs. Ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX, Mar de la Plata: Puente Aéreo, 2016.
[7] Haggerty, Kevin D.; Ericson, Richard: «The surveillant assemblage», British Journal of Sociology, 51, 4, (2000), p. 605-622, p. 606.
[8] Ibid. p. 611.
[9] Ibid. p. 613.
[10] Ibid. p. 614; Lyon, David (eds.): Surveillance as Social Sorting: Privacy, Risk and Automated Discrimination, Londres / Nueva York 2005.
[11] Rouvroy, Antoinette: «The end(s) of critique. Data behaviourism versus due process», en: Mireille Hildebrandt, Katja de Vries (eds.): Privacy, Due Process and the Computational Turn: The Philosophy of Law Meets the Philosophy of Technology, Abingdon und Oxon 2013, p. 143-167.
[12] Ibid., p. 152, 161.
[13] Ibid., p. 152.
[14] Ibid., p. 152.
[15] Ver, ibid., p. 147.
[16] Barad, Karen: Meeting the Universe Halfway. Quantum Physics and the Entanglement of Matter and Meaning, Durham / London, 2007, p. 197; Kämpf, Katrin M.; Mergl, Matthias: «Freeze! Eine queere Objektivitätsbricolage aus Karen Barads Empistem-Ontologie», en: Nina Degele, Sigrid Schmitz, Marion Mangelsdorf, Elke Gramespacher (eds.): Gendered Bodies in Motion. Opladen/Farmington Hills 2010, p. 103-114.
[17] Barad, Karen: Meeting the Universe Halfway. Quantum Physics and the Entanglement of Matter and Meaning. Durham / London 2007, p. 148.
[18] Ibid., p. 140.
[19] Ver, ibid. p.148.
[20] Barad, Karen: Verschränkungen, Berlin 2015, p. 182; ver también Barad, Karen: Meeting the Universe Halfway. Quantum Physics and the Entanglement of Matter and Meaning. Durham / London 2007, p. 394.
[21] Ver, Amoore, Louise: The Politics of Possibility. Risk and Security Beyond Probability. Durham/ London 2013, p. 131 [u.a.].
[22] Misra, Tanvi: «The new 'digital' sanctuaries». Citizenlab (14.11.2017).
https://www.citylab.com/equity/2017/11/new-digital-sanctuary-cities/541008 [15.1.2018]. Para una visión crítica de las Ciudades Santuario, que también se puede interpreter como una forma de gobernar la migración, ver Mancina, Peter: In the Spirit of Sanctuary: Sanctuary-City Policy Advocacy and the Production of Sanctuary-Power in San Francisco, California. Diss. Vanderbilt University, Nashville Tennessee 2016. http://etd.library.vanderbilt.edu/available/etd-07112016-193322/unrestricted/Mancina.pdf.pdf [15.1.2018].
[23] Sunlight Foundation: «Protecting Data, Protecting Residents. 10 Principles for Responsible Municipal Data Management» (02/2017), https://sunlightfoundation.com/wp-content/uploads/2017/02/Protecting-data-protecting-residents-whitepaper.pdf [15.1.2018].